Entrenado en sus primeros años por Iñigo Domínguez, fue con el de Tolosa en el banquillo como el equipo txurri-urdin alcanzó el hito de jugar la Superliga Femenina, tras cosechar dos ascensos consecutivos en los dos primeros años de existencia del club.
Tras alcanzar la máxima categoría, los blanquiazules consiguieron en los tres años siguientes, ya con Garbiñe Etxebarría y Javi Garmendia en el banquillo, mantener la categoría, consiguiendo un noveno puesto y dos décimos.
El pasado año, con el cambio de formato ya instaurado, la Real Sociedad se clasificó por primera vez para la Copa de la Reina y, esta temporada, con José Manuel Etxabe en el banquillo, el conjunto donostiarra ha vuelto a superarse y se ha clasificado por primera vez en su corta historia para las semifinales de la competición.
Pero el camino hasta estas semifinales de la Copa de la Reina no ha sido nada fácil; en los octavos de final, con el Valencia C.F como rival, fue el valor doble de los goles en campo contrario lo que permitió al conjunto donostiarra clasificarse para la siguiente ronda. Ya en cuartos de final, el rival fue el Sant Gabriel y, tras el 3-1 logrado en Zubieta, la derrota por la mínima a domicilio permitió al equipo lograr la hazaña de alcanzar las semifinales de la Copa de la Reina. Este viernes, la Real Sociedad tendrá enfrente al F.C Barcelona, equipo al que ya se enfrentó en dos ocasiones durante la Superliga Femenina, acabando ambos encuentros en empate.
Así pues las chicas de José Manuel Etxabe pondrán toda la ilusión y ganas para seguir rompiendo barreras y lograr un billete para la final que sería histórico para un club, que se ha empeñado en demostrar en los últimos años, que no tiene límites, y que su único objetivo ya, es el cielo de la gloria.
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